Benidorm siempre fue pionero y su modelo de turismo, nos guste más o menos, es un modelo de éxito, uno de los destinos turísticos más importantes del mundo. Han sido capaces de resolver uno de los mayores problemas del sector turístico: la estacionalidad fuera de la temporada veraniega. Benidorm tiene uno de los índices de ocupación mayores de España. Es un modelo sostenible. Su modelo urbanístico, premiado fuera de nuestras fronteras a pesar de las críticas por su estética, es único y permite a un alto porcentaje de turistas ver el mar y tomar el sol desde su terraza en segunda, tercera y cuarta línea. Objetivo fundamental de sus visitantes. Al ser un modelo integrado con libertad en las alturas es un modelo compacto, lo que permite reducir los costes de infraestructuras y todo el tratamiento de residuos y basuras, así como el mantenimiento de las mismas.