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El estacionamiento de aviones en el aeropuerto de Teruel como consecuencia de la paralización del tráfico aéreo por la pandemia disparó un 54% la llegada de aeronaves durante el año 2020, al pasar de 67 en 2019 a 103 el año pasado. El incremento sustancial de aterrizajes de aviones comerciales que quedaban fuera de los circuitos por falta de actividad también incrementó sensiblemente los ingresos de explotación del complejo aeroportuario, que crecieron un 30%.
Aunque el número de grandes aviones se disparó con la covid-19, otros sectores aéreos redujeron su actividad en el aeropuerto, como los vuelos de las escuelas de pilotos o los de jets privados. Otro factor que tiró hacia abajo de la actividad fue el cierre de la delegación de la escuela de pilotos británica Flying Time Aviation a principios de 2020 como consecuencia del Brexit. Sin embargo, el cómputo de total de ingresos por los distintos conceptos aumentó el año pasado en torno a un tercio respecto de 2019, hasta alcanzar los tres millones de euros, gracias al aterrizaje de aviones de gran tamaño –los que pagan las tasas más altas– para su estacionamiento en las instalaciones que explota Tarmac Aragón.
