Artículo de Juan Carlos Cubeiro, experto en management, liderazgo y transformación del talento. Ahora que nos adentramos en la navidad, es bien sabido que los propósitos de año nuevo no se suelen cumplir. Básicamente, por siete razones (que en su día nos explicó el Dr. Aldo Cívico: tratar ingenuamente de cambiarlo todo de la noche a la mañana, creencias poco firmes, conocer la teoría pero no la práctica, sufrir en lugar de disfrutar, mantener los propósitos en secreto, no tener claro el porqué o ser propósitos muy vagos. Aunque sólo el 20% de las personas que se proponen cambios lo consiguen, no por ello debemos dejar de hacerlo.
El profesor del INSEAD Nadav Klein nos anima a “hackear” la carta a los Reyes Magos introduciendo la delegación. Efectivamente, la baja productividad es un gran problema (o mejor, oportunidad de mejora) de la mayoría de nuestras empresas, y se resuelve desde ser un equipo (generación de sinergias) y la delegación efectiva.
Como coach estratégico, suelo analizar la agenda de l@s directiv@s y comprobar que hasta un 40% de su tiempo se agota en actividades delegables, lo que aumentaría la motivación de sus colaboradores. Sí, la delegación es meramente voluntaria y requiere de una cierta inversión de tiempo. Sin embargo, es una inversión rentable en la confianza y el compromiso de los profesiones, especialmente las nuevas generaciones (milenials y centenials), que desean aprender por encima de todo en su labor profesional.
El modelo de delegación eficaz es muy simple, en apenas cinco pasos:
. Elegir conveniente en quién delegar, con un criterio sólido y mérito razonable.
. Comunicación: explicar por qué se confía en la persona en quién se delega y cómo hacerlo bien.
. Escucha atenta, para comprobar si el colaborador ha entendido el proceso y se siente con confianza para emprender la tarea.
. Autorizar y facultar, que es la delegación en sí.
. Seguimiento, con un DAFO completo para seguir mejorando.
A mayor delegación, menor microgestión, que es un gran obstáculo para la mejora de la productividad.
Te deseo que en la carta a los Reyes Magos como directiv@ te animes a delegar más y mejor.