Un calor excesivo puede acarrear consecuencias para nuestra salud que, en algunos casos, pueden ser graves. Así lo señala el cardiólogo de Viamed Montecanal, Pedro Serrano, quien asegura que las altas temperaturas y otros factores como la deshidratación “pueden provocar un descenso de la tensión arterial, en algunos casos de manera importante, dando sensación de fatiga y cansancio. Esto puede dar lugar a insuficiencias cardiacas o, en casos extremos, golpes de calor”. Los grupos de personas que pueden verse más afectados por el calor son: personas con enfermedades cardiovasculares, respiratorias, renales, hipertensos, obesos, encamados, enfermos mentales, embarazadas, afectados por demencia, parkinson, etc; mayores de 65 años; menores de 5 años (sobre todo, los bebés); aquellos que realizan actividades de mucho esfuerzo físico; las personas que viven solas; quienes toman determinados medicamentos (diuréticos, antihistamínicos, betabloqueantes, antidepresivos, antiparkinsonianos…); las personas que consumen alcohol o cocaína.
El doctor Serrano apunta aquellos síntomas que nos alertan de que el calor excesivo está afectando al organismo. Como síntomas leves enumera los siguientes: calambres, irritación en la piel o quemaduras, agotamiento, temperatura corporal elevada, síntomas de deshidratación (sequedad de boca, menor cantidad de orina, somnolencia…). Pero las altas temperaturas pueden producir también síntomas graves. En caso de padecer estos síntomas hay que acudir a los servicios de urgencias: dolor de cabeza, vómitos, pérdida de consciencia, temperatura corporal muy elevada (más de 40º).
El doctor Serrano recomienda proteger la casa del calor excesivo (cerrar ventanas y persianas durante las horas de sol y ventilar por la noche, utilizar toldos, emplear ventiladores o aire acondicionado, o darse duchas y baños frecuentes). Además, en el exterior se debe usar siempre protección solar evitando el sol en las horas de más calor, buscar la sombra, llevar ropa fresca, holgada, de tejidos naturales y de colores claros, así como sombrero o gorra. Respecto a la dieta, se debe beber líquidos abundantes, sobre todo, agua fresca, y evitar las bebidas alcohólicas, así como el exceso de café, te y bebidas azucaradas. Hay que evitar las comidas grasas y abundantes. En lugar de eso, lo mejor es tomar platos fríos, ensaladas, frutas, verduras, gazpacho o zumos. El doctor Serrano asegura que “se debe evitar hacer ejercicio y salir de casa en las horas de más calor, lo ideal es hacer ejercicio a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde y en zonas de sombra”.