El grupo zaragozano IQE (Industrias Químicas del Ebro) da un salto importante en su estrategia de expansión internacional. La compañía se ha hecho con el capital mayoritario de la empresa Silkimya, con sede en Altamira, en el estado mexicano de Tamaulipas, en cuya fábrica de sílice precipitada –un producto fundamental para el sector del caucho, la goma y el neumático– invertirá entre 40 y 45 millones de euros y generará hasta 80 nuevos puestos de trabajo.
La compañía aragonesa ha firmado un acuerdo con Edgar Piña, empresario venezolano con experiencia en la producción de sílice en su país natal y en China, para crear una ‘joint venture’ (empresa conjunta) que se hace cargo de Silkimya, en México, y pone en marcha un ambicioso proyecto que se había retrasado por la pandemia de la covid-19. Se trata de una fábrica en Altamira, en el sur de Tamaulipas, que en una primera fase podrá producir 12.000 toneladas de sílice precipitada y en una segunda alcanzar hasta las 25.000 o 30.000 toneladas.
Noticia vía Heraldo de Aragón.