12 de June de 2020
Manuel Bellido, presidente del Tribunal Superior de
Justicia de Aragón, Antonio Morán, decano del Real e Ilustre
Colegio de Abogados de Zaragoza, Daniel Chóliz, director de
Deloitte Legal en Aragón y La Rioja, y Alberto Sanjuan,
socio de CORP Abogados y Economistas, han participado en una
nueva sesión del foro virtual que la Asociación de
Directivos y Ejecutivos de Aragón ha organizado este
viernes, coordinada por el presidente de ADEA, Salvador
Arenere
Los invitados han coincidido en la necesidad de avanzar
en su modernización y digitalización
También han insistido en que debe existir independencia
judicial y rebajar la excesiva politización, sobre todo en
órganos superiores
Es imprescindible anticipar la racionalización y mejora
ante el incremento más que previsible de la morosidad y el
gran número de litigios sociosanitarios
Zaragoza, 12 de junio de 2020
La justicia funciona en Aragón mejor que la media nacional,
pero es necesario invertir en ella. Así lo han transmitido
Manuel Bellido, presidente del Tribunal Superior de Justicia
de Aragón, Antonio Morán, decano del Real e Ilustre Colegio de
Abogados de Zaragoza, Daniel Chóliz, director de Deloitte
Legal en Aragón y La Rioja, y Alberto Sanjuan, socio de CORP
Abogados y Economistas, en una nueva sesión del foro virtual
ADEA Conecta, que la Asociación de Directivos y Ejecutivos de
Aragón ha organizado este viernes, y que ha estado coordinado
por el presidente de ADEA, Salvador Arenere.
Durante la jornada ha quedado patente que “en Aragón el
funcionamiento de la justicia es mejor que en otras
comunidades”, como ha afirmado Manuel Bellido, que ha
asegurado que “en el periodo del estado de alarma,
comparándolo con el mismo periodo de 2019, hemos podido
realizar un 40 % de lo que se hizo, mientras que en muchas de
las comunidades autónomas no han llegado al 20 %".
También ha quedado claro que “los ciudadanos tienen gran
confianza en la justicia, desde sus abogados hasta el
siguiente nivel, sobre todo cuando han estado implicados en
algún procedimiento judicial”, según ha afirmado Antonio Morán
que ha explicado que, en España el número de jueces es “un 50%
menor que en las principales potencias europeas”.
Parte de los invitados han coincidido en que la justicia
española “funciona extraordinariamente bien”, como ha afirmado
Alberto Sanjuan, que ha insistido en que “sí es necesario,
para mejorar, entender la justicia como una inversión y no un
gasto, tiene que haber visión de Estado, de medio plazo".
Daniel Chóliz, sin embargo, se ha mostrado crítico y ha
afirmado que debemos ser “ambiciosos”, mirar a otros países y
plantearnos "¿qué queremos ser de mayores?” y, a partir de
ahí, "actuar en consecuencia". Chóliz ha insistido en la
posibilidad de crear “una oficina administrativa, para
descargar la carga de trabajo de la justicia, en algunos
aspectos”.
Manuel Bellido ha explicado que “la declaración del estado de
alarma ha otorgado un gran poder de actuación al ejecutivo,
que ha adoptado medidas limitativas de los derechos de los
ciudadanos”. Por ello, ha asegurado, “es más necesario que
nunca contar con una administración de justicia moderna y
eficiente al servicio de un Poder Judicial único e
independiente que controle la legalidad de la actuación de la
administración y de los poderes públicos y resuelva los
conflictos jurídicos que se van a plantear en nuestra sociedad
como consecuencia de la crisis económica, social y sanitaria
del COVID19”.
Bellido ha detallado las medidas necesarias para poder atender
al “importante” incremento de trabajo que se prevé en la
administración de justicia, como son “la mayor eficiencia en
la utilización de los medios disponibles, especialmente los
proporcionados por las nuevas tecnologías (teletrabajo y
juicios telemáticos), realizar un esfuerzo para incrementar la
resolución de nuestros órganos judiciales con la necesaria
implicación de las administraciones competentes (Ministerio de
Justicia y Gobierno de Aragón) en la dotación de refuerzos y
creación de nuevos órganos judiciales y realizar las reformas
procesales (agilización de los procedimientos) y organizativas
(reforma de la oficina judicial) necesarias y largamente
solicitadas”.
Antonio Morán ha asegurado que “la crisis del COVID-19, como
todas las crisis, deja entrever las fortalezas y debilidades
tanto de la estructura social e institucional, como de la
gestión de gobierno”. Morán ha puntualizado que “en estos
meses se ha evidenciado una parálisis casi total de la
Administración de Justicia a diferencia de otros sectores
tanto públicos como privados. Lo anterior, unido a su crónica
lentitud, genera un panorama desolador”. A lo que, según el
decano del Colegio de Abogados de Zaragoza, hay que añadir
“otros problemas recientes, por un lado, la corrección o
acierto de las medidas legales promovidas por el Gobierno en
esta crisis, y el eventual control de las mismas por parte de
los Tribunales de Justicia y, por otro, la interferencia del
poder político en el judicial”. Morán ha asegurado que “si
hay que reformar la justicia, desde el punto de vista de los
aspectos legales, que se haga de una vez, pero con cierta
reflexión y en sede parlamentaria, no a golpe de normas que
van parcheando las leyes establecidas".
Alberto Sanjuan ha asegurado que “cuando hablamos del sistema
judicial, debemos pensar en él como una poderosa herramienta
para el desarrollo de nuestra economía”, ya que, ha aseverado
“una justicia de calidad y rápida es garantía de seguridad
jurídica en el tráfico económico. Un sistema lento e inseguro
perjudica la actividad empresarial, dado que los actores
deberán garantizar sus operaciones y transacciones con otros
instrumentos privados, encareciendo así el precio final de los
productos”. Y esto, ha concluido Sanjuan, “repercute en la
combatividad de nuestras empresas. En un mundo global, España
debe tener un sistema judicial atractivo para los inversores.
Invertir en justicia es invertir en nuestras empresas y
ayudarles a competir en las mejores de condiciones”.
Daniel Chóliz ha explicado que “la digitalización de la
Administración de justicia es un reto cuya necesidad se ha
visto reforzada a causa de la situación vivida por el estado
de alarma. Por ello es necesario el impulso de iniciativas que
no sólo vayan encaminadas a impulsar la recuperación de la
actividad judicial, sino que sean palancas que permitan su
transformación”. Por eso, ha continuado, “desde Deloitte
proponemos un ‘framework’ propio para el ámbito de justicia
que, una vez superada una primera fase de respuesta,
reflexiona sobre un conjunto de iniciativas organizativas,
normativas y también tecnológicas para un horizonte de
recuperación y especialmente de reinvención que marquen la
senda de la necesaria transformación digital de la
Administración de Justicia”.
El presidente de ADEA, Salvador Arenere, ha resaltado la
“necesidad de una justicia independiente, útil y accesible
para el ciudadano y la empresa y con capacidad de adaptarse”
para lo que, ha asegurado, “es necesaria su modernización”.
Arenere ha afirmado que “debe existir consenso político para
la justicia”.
La organización de las actividades de ADEA no sería posible
sin el apoyo de su Club de Patrocinadores, formado por
entidades y empresas: SANTANDER, CAIXABANK, PALAFOX HOTELES,
DELOITTE, VOLKSWAGEN AUDI ZARAGOZA, CAJA RURAL DE TERUEL,
GRUPO PIQUER, ENDESA, BANCO SABADELL, ITESAL E IBERCAJA BANCO.